El Día de Muertos está estrechamente ligado con el ciclo agrícola del maíz, de acuerdo con la cosmovisión de los antiguos mexicanos.
Morelia, Michoacán, 01 de noviembre de 2024.- Fundamentada en la creencia del regreso temporal de los difuntos al mundo terrestre, una cosmovisión indígena que se convirtió en una herencia cultural; es cierto que han surgido renovados elementos y símbolos en torno a esta tradición. Sin embargo, permanecen muchos, y uno fundamental es el maíz, que está presente a través de la diversidad de nuestros alimentos, que se utiliza también al montar nuestros altares y ofrendas.
La celebración más importante de nuestro país está fundamentada en el ciclo agrícola. Es por eso que el Día de Muertos, “día de los fieles difuntos”, está próximo a la cosecha de maíz. El cultivo de maíz es una gran metáfora de la regeneración de la vida y de la importancia de la muerte para la fecundidad de la tierra. Existe una leyenda en la que se cuenta que los difuntos volvían para asignar la tarea de cuidar la milpa; se dice que venían a recordarle a los vivos que el maíz es nuestro sustento primordial y que, sin él, la vida terminaba.
Para nuestra cultura como mexicanos y mexicanas, el ciclo agrícola del maíz es posible gracias a una cooperación simbólica entre vivos y muertos. Diversas manifestaciones culturales se han mantenido vigentes en las comunidades indígenas; una de ellas es la fiesta de San Miguel, que festeja la maduración de los primeros elotes, o la inclusión de los granos de maíz de cuatro colores en el altar de muertos, generalmente formando una cruz, una expresión que alude a los cuatro rumbos del cosmos mexica.
En la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Michoacán , se fomenta la preservación de la herencia de nuestras tradiciones. El titular de esta institución, Cuauhtémoc Ramírez Romero, es un guardián de las raíces y ha trabajado toda su vida por impulsar la dignidad de la herencia ancestral para sostener la dignidad del presente. En este trabajo, busca profundizar en la construcción de un futuro digno y sostenible para todos y todas. A través de AgroSano, un programa que está consolidando la transición agroecológica en el estado, produciendo alimentos sanos y nutritivos, se impulsa la conservación de los maíces nativos mediante el mejoramiento genético, el jiloteo, la polinización, entre otras prácticas de conservación. Para las y los técnicos AgroSano, el maíz es una prioridad y un asunto de gran relevancia en esta regeneración tanto social como de la tierra. Existe una gran conciencia de lo que significa el maíz en nuestra alimentación, así como lo que representa para nuestro país en términos históricos, culturales, económicos y de gran impacto social. Por ello, a través de las escuelas de campo de AgroSano, se transmite esta noción de lo que nos conforma en identida colectiva desde la raíz.
“Los productores de maíz deberán recibir lo justo por lo que producen, y se deberá hacer un esfuerzo por bajar la red de intermediarios. La propuesta es la relación y venta directa entre el productor y el comprador, como Minsa y Maseca, por ejemplo. Otra tarea será consolidar la venta a Alimentación para el Bienestar de maíz a precio de garantía”, destacó Cuauhtémoc Ramírez Romero en la demostración agrícola de Álvaro Obregón y Tarímbaro, el pasado 12 de octubre de 2024, donde las prácticas de AgroSano están dando resultados asombrosos en cuanto al manejo y control de las parcelas de maíz libres de agroquímicos.